NEUQUÉN DIO UN PASO IMPORTANTE PARA REDUCIR LA SINIESTRALIDAD INFANTIL
2018-07-12
Que no sea lo común, no significa que sea lo correcto y aunque es cierto que todavía queda mucho por hacer en materia de seguridad vial, legislar sobre el uso de Sistemas de Retención Infantil es saldar una deuda con los más pequeños; es también un modo de concientizar a la población sobra la importancia de transportar seguros a los niños para que no sufran lesiones graves o mueran en el camino. ¿Qué es el efecto submarino y cuánto sabemos del reflejo del paracaídas?
A raíz de que la semana pasada el Concejo Deliberante de la ciudad de Neuquén aprobó por unanimidad el proyecto presentado por la concejal María Eugenia Ferraresso (MPN), para hacer obligatorio el uso de Sistemas de Retención Infantil (SRI) y aplicar sanciones también cuando los menores de 12 años viajen en el asiento delantero con o sin cinturón de seguridad, comenzaron a circular comentarios a favor y en contra.
Desde la Asociación para la Disminución de Siniestros Viales (ADISIV - SAFE KIDS) trabajamos para promover la prevención porque entendemos la problemática y sabemos que gran parte del cambio es cultural, por eso, acompañamos las acciones impulsadas en la capital neuquina para disminuir muertes y lesiones en menores por siniestros viales.
Es cierto que existen casos de mayor vulnerabilidad y familias que no pueden acceder a un Sistema de Retención Infantil, pero no por eso puede quedar un vacío legal; legislar es parte de visibilizar una situación que, en lo que va del año, ya se ha cobrado la vida de 7 menores, entre ellos, 4 no superaban los 5 años.
“La norma no busca recaudar con las multas, es por eso que se han establecido facilidades y un sistemas de promociones para la compra del huevito, sillita, butaca o booster”, advirtió Ferraresso y destacó que “lamentablemente” las estadísticas accidentológicas existentes indican que “en el conglomerado Neuquén- Centenario- Plottier se ha registrado que la gran mayoría de los niños menores de 14 años no viajaba con las condiciones de seguridad adecuadas”.
Atento a ese contexto, Axel Dell`olio, titular de ADISIV- SAFE KIDS y director del programa Mamás y Niños Seguros opinó: “creemos que hay que continuar trabajando, exigiendo al Estado lo que corresponde, partiendo de la Educación Vial, hasta incluso la asistencia en el marco de una Política Pública de Seguridad Vial, pero también dando al tema la importancia que requiere”.
Lo anterior implica desmitificar creencias instaladas como que “a los 12 años un niño no cabe en un SRI” o que “el bebé no viaja en la sillita porque llora”; “ninguno de esos argumentos valida un triste e irreparable final”, sostuvo Dell`olio.
Y explicó que “si no cabe en el booster indicado para la última etapa de SRI (Grupo 3) es porque supera la Altura, Peso o Edad (APE) y si llora, será cuestión de paciencia para explicar las veces que haga falta que no existe otra opción para subir al auto y viajar de modo seguro”.
La normativa sancionada en Neuquén fue resultado de un importante trabajo que conjugó el aporte técnico de ADISIV, la experiencia del Sistema Integrado de Emergencias del Neuquén (SIEN), y la ONG Bien Argentino, entre otros actores.
Sandra Torres, presidenta de la ONG Bien Argentino y directora de Relaciones Institucionales del Juzgado de Faltas N° 1, que participó de la redacción de la norma, agregó que esta acción se complementará con “campañas de concientización sobre la importancia de la utilización de la sillita para el traslado de los niños en los viajes en automóviles”.
En tanto, Luciana Ortiz Luna, titular del SIEN, alertó que se desestima llevar a los niños en la falda por la existencia del reflejo arcaico de paracaídas, que “hace que ante el peligro, de manera instintiva, abramos los brazos, entonces, si en ese momento yo estoy sosteniendo un bebé, ante un choque o frenada, por reflejo, ponemos las dos manos adelante, no se puede evitar”.
Hoy, los adultos cuentan con diversas herramientas didácticas para comprender las consecuencias que sufre un menor al salir despedido del vehículo, ante una frenada brusca a sólo 50 o 60 km por hora. También está estudiado el “efecto submarino” que se produce cuando un niño menor al metro con cincuenta de estatura, viaja con cinturón de seguridad en lugar de booster, y los daños que produce en su cuerpo, que pueden llegar al ahorcamiento.
Por eso, compartimos información clave, para que cada vez más personas comprendan que el uso de SRI no es una medida recaudatoria, ni caprichosa. Se trata de intentar que los niños desde el momento cero viajen seguros e inculcar comportamientos que luego quedarán para el resto de sus vidas.
Desde la Asociación para la Disminución de Siniestros Viales (ADISIV - SAFE KIDS) trabajamos para promover la prevención porque entendemos la problemática y sabemos que gran parte del cambio es cultural, por eso, acompañamos las acciones impulsadas en la capital neuquina para disminuir muertes y lesiones en menores por siniestros viales.
Es cierto que existen casos de mayor vulnerabilidad y familias que no pueden acceder a un Sistema de Retención Infantil, pero no por eso puede quedar un vacío legal; legislar es parte de visibilizar una situación que, en lo que va del año, ya se ha cobrado la vida de 7 menores, entre ellos, 4 no superaban los 5 años.
“La norma no busca recaudar con las multas, es por eso que se han establecido facilidades y un sistemas de promociones para la compra del huevito, sillita, butaca o booster”, advirtió Ferraresso y destacó que “lamentablemente” las estadísticas accidentológicas existentes indican que “en el conglomerado Neuquén- Centenario- Plottier se ha registrado que la gran mayoría de los niños menores de 14 años no viajaba con las condiciones de seguridad adecuadas”.
Atento a ese contexto, Axel Dell`olio, titular de ADISIV- SAFE KIDS y director del programa Mamás y Niños Seguros opinó: “creemos que hay que continuar trabajando, exigiendo al Estado lo que corresponde, partiendo de la Educación Vial, hasta incluso la asistencia en el marco de una Política Pública de Seguridad Vial, pero también dando al tema la importancia que requiere”.
Lo anterior implica desmitificar creencias instaladas como que “a los 12 años un niño no cabe en un SRI” o que “el bebé no viaja en la sillita porque llora”; “ninguno de esos argumentos valida un triste e irreparable final”, sostuvo Dell`olio.
Y explicó que “si no cabe en el booster indicado para la última etapa de SRI (Grupo 3) es porque supera la Altura, Peso o Edad (APE) y si llora, será cuestión de paciencia para explicar las veces que haga falta que no existe otra opción para subir al auto y viajar de modo seguro”.
La normativa sancionada en Neuquén fue resultado de un importante trabajo que conjugó el aporte técnico de ADISIV, la experiencia del Sistema Integrado de Emergencias del Neuquén (SIEN), y la ONG Bien Argentino, entre otros actores.
Sandra Torres, presidenta de la ONG Bien Argentino y directora de Relaciones Institucionales del Juzgado de Faltas N° 1, que participó de la redacción de la norma, agregó que esta acción se complementará con “campañas de concientización sobre la importancia de la utilización de la sillita para el traslado de los niños en los viajes en automóviles”.
En tanto, Luciana Ortiz Luna, titular del SIEN, alertó que se desestima llevar a los niños en la falda por la existencia del reflejo arcaico de paracaídas, que “hace que ante el peligro, de manera instintiva, abramos los brazos, entonces, si en ese momento yo estoy sosteniendo un bebé, ante un choque o frenada, por reflejo, ponemos las dos manos adelante, no se puede evitar”.
Hoy, los adultos cuentan con diversas herramientas didácticas para comprender las consecuencias que sufre un menor al salir despedido del vehículo, ante una frenada brusca a sólo 50 o 60 km por hora. También está estudiado el “efecto submarino” que se produce cuando un niño menor al metro con cincuenta de estatura, viaja con cinturón de seguridad en lugar de booster, y los daños que produce en su cuerpo, que pueden llegar al ahorcamiento.
Por eso, compartimos información clave, para que cada vez más personas comprendan que el uso de SRI no es una medida recaudatoria, ni caprichosa. Se trata de intentar que los niños desde el momento cero viajen seguros e inculcar comportamientos que luego quedarán para el resto de sus vidas.
Información básica para incorporar y enseñar
- Los niños, desde que nacen, necesitan de cuidado especial cuando viajan en vehículos automotores. Muchos adultos se sorprenden al saber que a un niño le puede llevar hasta 12 años alcanzar el tamaño necesario para poder utilizar el cinturón de seguridad (aproximadamente 1.50 metros y entre 36 y 45 Kg de peso).
- Hasta que los niños no alcanzan esa altura y peso, necesitan utilizar Sistemas de Retención Infantil (SRI) o asientos elevadores (booster), para viajar en forma confortable y, sobre todo, protegidos en caso de un choque o frenada brusca.
- Los niños siempre deben estar ubicados en el asiento trasero y nunca frente a una bolsa de aire/airbag.
- El SRI que se utiliza, debe cumplir con una norma técnica internacionalmente reconocida, la cual asegura su desempeño (nivel de protección) en caso de un choque.
Dar el ejemplo y enseñar un buen comportamiento
- No ponga en marcha el vehículo hasta que todos los ocupantes tengan su cinturón de seguridad colocado y los niños se encuentren ajustados a sus SRI y/o asientos elevadores / booster.
- Manténgase atento a que los niños no se salgan de sus SRI y/o asientos elevadores / booster; si esto ocurre, deténgase, ajustaste a los niños nuevamente y luego reinicie la marcha.
- Respete en todo momento las señales de tránsito.
- Cuando los niños alcancen la edad para sujetarse por sí mismos, es importante que sean los encargados de la seguridad de la familia en el auto.
- Los niños no deben estar solos dentro de un auto sin un adulto, ni siquiera por un minuto.
